IV -LA ESPIRAL DEL ENTRECEJO

Una espiral, como la del dibujo, pulsa en el entrecejo humano. Cuando se contrae alcanza el DO6, DO7, TONOS AGUDOS Y AZULES en resonancia  con LAS PUNTAS DEL CUERPO (dedos, glande, coronilla) y luego cuando se relaja, se expande a TONOS BAJOS ROJIZOS (Do3, DO2, DO1, EL CENTRO DEL CUERPO).

Esta ESPIRAL DEL ENTRECEJO, se repite como un fractal en todo el cuerpo. Cuando en la MUECA de la sonrisa superior  estos anillos de la espiral del entrecejo, al contraerse, se convierten en un minúsculo puntico  o se vuelca en un firmamento de punticos, simultáneamente, en la MUECA de la sonrisa inferior, LA VAGINA O EL ANO también se van contrayendo hasta volcar un escalofriante hormigueo puntiforme en la piel vecina.

POR LEY DE ESPEJOS, el iris, LA OREJA, la boca, la laringe, LA CAJA TORÁCICA, al igual que la MUECA pélvica, también SON ANILLOS O ESPIRALES FRACTALES (copias en espejo) DE ESTA ESPIRAL DEL ENTRECEJO, (MUECA de la sonrisa superior) porque también tienen sus  FRECUENCIAS energéticas más altas en la contracción, en su centro o en la punta y los bajos en la relajación o la periferia. Los pies, las manos, la lengua, los genitales son conOs que como el encordado de un piano o una ARPA, resuenan con esta ESPIRAL ENERGÉTICA DEL ENTRECEJO en frecuencias bajas, intermedias y altas.
 
A veces vemos expandido, a veces contraido 

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