Como se deduce del medio
tao de la figura de la derecha, en toda ESPIRAL,
mientras más se agudiza la consciencia
de los tonos agudos, más se toma consciencia
de los tonos bajos, porque mayor es el contraste
entre la parte ancha de la ESPIRAL
y su parte angosta.
EN EL SEXO,
MIENTRAS MÁS BAJOS SE HAGAN LOS BAJOS
(más amplio sea el balanceo pélvico,
más tensión dinámica
haya o más grande sea el segmento de piel
que se sienta), MÁS AGUDOS SE HARÁN
LOS AGUDOS (más hormigueo, electricidad
o entumecimiento frío habrá).
El frío (agudos)
despertará calor (bajos)
y el calor permitirá más frío.
Mientras más intenso sea ese contraste, más placer despertará.
Pero un AGUDO SIN BAJO
(un frío
a nivel genital tan intenso que el calor
pélvico necesario para neutralizarlo sea difícil de
producir y soportar conscientemente) activará, con adrenalina, EL REFLEJO
DE FUGA y, simultáneamente con los espasmos
por frío de la MUSCULATURA INVOLUNTARIA,
se quemará el ÚLTIMO FOGONAZO DEL CALOR
DE RESERVA ORGÁSMICO. El viaje
(HORIZONTAL) que el semen hace en el cuerpo peneal
desde los testículos
(Do2) hasta la
cabeza del pene (Do7), súbita
y fugazmente, por ley de espejos, conecta
(VERTICALMENTE)
el cuerpo desde los
genitales (Do2) hasta la cabeza (Do7)
en un corto orgasmo involuntario al que
más tarde le sigue una fase refractaria o fría.
Estas altas y frías frecuencias no reconocidas y los calientes tonos bajos automáticos que las neutralizan, forman UNA ESPIRAL DE abajo, que en ese instante es placentera pero en tiempos posteriores se convierte en un síntoma como cualquiera de los de la cuarta columna de la tabla No 4.